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El mundo de las armas no letales ha abierto la puerta a tecnologías que pueden controlar la mente, los pensamientos, las acciones y los comportamientos de una persona mediante emisiones de microondas pulsadas en alta frecuencia, transmisiones eléctricas y ondas de calor y sonoras dirigidas.
Estos dispositivos pueden eludir nuestros inhibidores habituales y penetrar en el cuerpo y el cerebro humanos sin que la persona destinataria lo sepa, hasta que sufra las consecuencias.
Estas técnicas se han utilizado durante décadas, no sólo para la guerra, sino también para disolver manifestaciones y disturbios, para silenciar y neutralizar la disidencia, y para controlar a las multitudes indisciplinadas.
El LRAD
Durante años, las fuerzas del orden han utilizado armas no letales, como el LRAD -Dispositivo Acústico de Largo Alcance-, que emite ondas sonoras para detener el comportamiento desorientando temporalmente a las víctimas objetivo. Pero si bien estos dispositivos tienen fines prácticos y fácilmente identificables para los militares y las fuerzas del orden, existe una utilización más insidiosa de este tipo de tecnología.
En febrero de 2022, los medios de comunicación alternativos informaron del uso del LRAD en las manifestaciones contra la vacunación obligatoria en Canberra. La Policía Federal Australiana admitió haber utilizado el dispositivo en una concentración del Convoy de la Libertad de Canberra ante el Parlamento.
En las redes sociales circularon varios vídeos e imágenes que mostraban a personas que sufrían diversas lesiones, como quemaduras por calor, erupciones cutáneas y lo que parecían lesiones relacionadas con la alergia. También se informó de quemaduras y síntomas de insolación, debilidad y daños auditivos temporales o permanentes.
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En el Senado federal australiano, el senador Alex Antic ha planteado la cuestión del uso de LRAD por parte de la policía en la protesta de Canberra contra la obligación de vacunarse.
El senador de One Nation Malcolm Roberts y el senador liberal Alex Antic llevaron el asunto al Senado después de que la oficina de Roberts se viera inundada de quejas de los manifestantes que asistieron a la manifestación. El senador Antic mostró imágenes de un LRAD desplegado junto a miembros de la policía.
Los manifestantes tomaron fotos de los altavoces de LRAD en los coches cercanos a los lugares de la manifestación, pero la respuesta fue típica. Se les dijo que el LRAD sólo se utilizaba para transmitir comunicaciones a la multitud.
A pesar del gran número de víctimas, la mayor parte de la respuesta a las acusaciones de que el LRAD se utilizó para debilitar a la multitud era de burla. The Conversation informó el 20 de febrero de 2022 de que las armas sónicas como el LRAD se utilizaban para "el control de multitudes y la comunicación" y que los informes sobre lesiones eran "incoherentes con lo que puede hacer realmente un LRAD". El LRAD también se utilizó en una protesta de Black Lives Matter en Nueva Gales del Sur. La policía de Nueva Gales del Sur respondió a las preocupaciones declarando en una rueda de prensa que " se trataba de un altavoz normal".
La primera aplicación oficial del LRAD tuvo lugar en 2000 sobre el destructor de misiles guiados estadounidense USS Cole, cuando fue bombardeado por una pequeña embarcación durante un ataque terrorista. El personal naval a bordo del Cole utilizó el LRAD para avisar al barco, pero sin éxito. Desde entonces, el LRAD se ha convertido en el arma preferida para hacer frente a los disturbios y las manifestaciones. Las unidades LRAD portátiles fueron fotografiadas con la policía durante las protestas del Convoy de la Libertad de Canadá en Ottawa, Canadá, en febrero de 2022.
El LRAD suele utilizarse en modo de altavoz para comunicarse con la multitud, pero también puede activarse en modo de infrasonido y ultrasonido para causar diversas lesiones y hacer que los asistentes a los disturbios o los manifestantes enfermen y se debiliten. Como no podemos oír los infrasonidos ni los ultrasonidos, no tenemos ni idea de que el arma se está utilizando contra nosotros hasta que es demasiado tarde.
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El uso de un dispositivo acústico de largo alcance para dirigir el sonido ha suscitado preocupación entre los grupos de derechos humanos debido a los volúmenes de sonido superiores a 90 decibelios, que pueden dañar la audición de una persona. Como el rayo del LRAD no hace distinciones, cualquier persona que se encuentre en su camino resultará dañada, incluidos los transeúntes inocentes y los niños.
En un artículo titulado "¿Utilizó la policía armas sónicas contra australianos que protestaban pacíficamente contra la tiranía de Covid?", Reignite Democracy Australia advertía de que el uso del LRAD era "un paso más hacia la supresión militarizada de las protestas legales en Australia".
Dijeron que se trataba de un ataque escandaloso del gobierno contra su pueblo. Los medios de comunicación, como era de esperar, utilizaron la propaganda para encubrirlo, pero los manifestantes de Canberra utilizaron todas las redes sociales para mostrar lo que estaba ocurriendo sobre el terreno y, para ellos, hasta qué punto había decaído la democracia en Australia.
Una golpe de valor
En septiembre de 2020, el periodista de Gizmodo Matt Novak escribió un artículo titulado "Las tropas estadounidenses indagaron sobre el uso de un arma de rayos térmicos contra los manifestantes, según un informante". Según el testimonio jurado del denunciante, las tropas federales de Washington D.C. consideraron utilizar cañones de sonido de alta tecnología y rayos de calor contra los manifestantes frente a la Casa Blanca en junio de ese año.
Las armas térmicas no eran nuevas en 2020. El Sistema de Denegación Activa (ADS) es el nombre extravagante para el uso de rayos invisibles de microondas que causan un dolor increíble al quemar la piel de las personas, incluso a distancia. Las tropas estadounidenses utilizaron por primera vez los ADS en Irak tras la invasión de 2003. Algunos creen que el gobierno de Estados Unidos los utiliza en su propio territorio.
El ADS produce un calor abrasador que no está diseñado para matar sino para herir. Al igual que las armas de sonido, las armas térmicas se consideran no letales y están destinadas a causar dolor para dispersar una revuelta o una gran multitud.
Desarrollado por las Fuerzas Aéreas estadounidenses y construido por Raytheon Technologies, el ADS puede producir ráfagas de energía milimétricas capaces de penetrar 1 cm en la piel humana. Esto es suficiente para agitar las moléculas de agua en la dermis y producir una sensación de ardor lo suficientemente fuerte como para impedir que una persona haga lo que está haciendo.
El ADS tiene un alcance de varios centenares de metros y puede orientarse como un proyector. Pruebas exhaustivas han demostrado que ningún ser humano puede resistir al rayo durante más de unos segundos.
Armas de energía dirigida
Las armas de energía dirigida incluyen cualquier tipo de energía que se dirija, ya sea en forma de luz, sonido, calor, electricidad o energía cinética, a un objetivo o persona específica. Estos tipos de dispositivos no son nuevos.
La máquina rusa LIDA, que utiliza impulsos electromagnéticos para agotar un objetivo o privarlo del sueño, se utiliza desde antes de la década de 1980. El canal de noticias CNN emitió un reportaje especial sobre el trabajo del Dr. Ross Adey, que ha estudiado la máquina LIDA y apareció con una en el programa.
El LIDA puede emitir impulsos de sonido, luz y calor radiante, pero generalmente únicamente a una persona que se encuentre cerca. En ese momento, Adey y su colega, el Dr. Eldon Byrd, estaban estudiando el LIDA como un arma potencial.
Algunos de los síntomas o indicadores de un ataque con armas de energía dirigida serían los siguientes:
-Despertares repentinos a la misma hora de la noche, como si fueran causados por una fuerza externa
- Sensación de pinchazos calientes en lo más profundo de la carne, especialmente al intentar dormir
- Vibración de los músculos y partes del cuerpo o de los objetos inmóviles situados cerca
- Latidos del corazón rápidos y violentos y zumbidos en los oídos
- Calor corporal muy elevado a pesar de un ambiente fresco y la ausencia de fiebre real
- Fatiga repentina y extrema
Las "armas de rayo" de energía dirigida utilizan luz y ondas de radio como municiones. El ejército estadounidense lleva décadas estudiando estas armas de energía pulsada. Un artículo publicado en 2005 en el sitio web de la MSNBC, titulado "Despite promise, energy beam weapons still missing" (A pesar de las promesas, las armas de rayos de energía siguen sin aparecer), sostiene que estos impulsos, que se comportan un poco como las pistolas fáser de Star Trek, pueden proporcionar una forma precisa, instantánea e inagotable de potencia de fuego en los futuros campos de batalla, si la tecnología llega a realizarse desde el punto de vista logístico.
Parece que ha llegado el momento de materializar este potencial. A principios de 2022, el Centro Naval de Guerra de Superficie de la Armada estadounidense creó una nueva división centrada en la investigación y el desarrollo de armas de energía dirigida por microondas de alta potencia (HPM).
En los últimos cinco años, las armas de energía dirigida han sido una de las principales prioridades de la oficina del Secretario de Defensa de EE.UU., y la financiación de la investigación y el desarrollo se ha duplicado aproximadamente en ese tiempo.
Otros países admiten que también están desarrollando armas de microondas y láseres de alta energía.
Los proyectos de láser de alta energía y HPM requieren importantes costes de desarrollo, pero el coste por disparo es extremadamente bajo en comparación con el coste multimillonario de un misil.
Según los informes de la prensa de defensa, el HPM puede interferir en los dispositivos y destruir físicamente los sistemas eléctricos. Estos informes no revelan lo que hace a un cuerpo humano.
En 2022, también se anunció que los sistemas de armas de microondas de energía dirigida podrían colocarse en drones de transporte pesado para derribar enjambres de drones.
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El síndrome de La Habana
Puede que las armas de energía dirigida sean el material de las futuras estrategias en el campo de batalla, pero para muchos "individuos objetivo", que afirman haber sido los destinatarios de esta guerra invisible, estas tecnologías ya se utilizan para controlar, manipular, aterrorizar y acosar fuera del campo de batalla.
En diciembre de 2016, diplomáticos y funcionarios de la CIA en la embajada de Estados Unidos en La Habana, Cuba, informaron de misteriosos síntomas que aparecieron sin previo aviso. Entre ellos se encuentran los dolores de cabeza, la fatiga, el deterioro cognitivo, la pérdida de visión, la pérdida de audición, los vértigos, los acúfenos y la pérdida de control motor.
Más de 200 diplomáticos han declarado haber experimentado algunos o todos estos síntomas, así como funcionarios estadounidenses en Asia, Europa, Australia y Estados Unidos.
Según Nicholas Davis, que escribe en "What is Havana Syndrome?" para la American University de Washington, D.C., en julio de 2021, las víctimas describieron ondas de presión dentro de sus cabezas, paredes de sonido y ruidos inmensos que sonaban como enjambres de cigarras en sus cerebros.
En los años siguientes, las agencias de inteligencia estadounidenses, la Casa Blanca y los expertos médicos que trabajaban para el gobierno y fuera de él elaboraron varias teorías y estudios. El consenso era que probablemente se trataba de ataques de microondas pulsadas que podían explicar los síntomas (otra teoría extraña era la exposición a los pesticidas).
Incluso 60 Minutes y New York Magazine informaron, al igual que muchas agencias de noticias internacionales, pero todos sugirieron que el problema crucial era analizar los datos para encontrar la causa profunda.
Por ejemplo, 60 Minutes informó sobre un informe de la Universidad de Stanford que examinaba la naturaleza de las lesiones cerebrales sufridas por muchas víctimas. El Dr. David Relman, profesor de medicina de la Universidad de Stanford, ayudó a dirigir dos grupos de expertos patrocinados por el gobierno para investigar las lesiones.
"Lo que encontramos fue, en nuestra opinión, una clara evidencia de una lesión del sistema auditivo y vestibular del cerebro", dijo Relman. "Todo, empezando por el oído interno, donde los humanos perciben el sonido y perciben el equilibrio, y luego traducen esas percepciones en señales eléctricas cerebrales".
Una de las víctimas fue el ex jefe de gabinete de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Miles Taylor, quien declaró a 60 Minutes que fue objeto de ataques en dos ocasiones en su casa de Washington, lo que recuerda a las historias de las muchas personas que son objeto de ataques y que experimentan síntomas debilitantes en sus propios hogares o lugares de trabajo.
En cuanto a los más de 1.000 informes sobre el síndrome de La Habana, el Departamento de Defensa y las agencias de inteligencia estadounidenses acabaron admitiendo que no podían identificar "un actor estatal extranjero o un dispositivo o mecanismo externo a ninguno de estos casos".
¿Se trata de un grupo terrorista o de un actor del Estado, o es que Estados Unidos está probando su propia tecnología armamentística? Lo que da miedo es que esta tecnología permite a quienes la tienen apuntar a cualquiera, ya sean enemigos del Estado o personas que se manifiestan en protesta contra el gobierno o sus narrativas escogidas.
Además, como estas armas de energía dirigida pueden activarse por control remoto desde una fuente alejada de la víctima prevista, resulta muy difícil capturar a los autores de estos ataques.
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Las Torres 5G
Durante los primeros confinamientos mundiales del COVID-19 a principios de 2020, numerosos países permitieron la instalación de torres 5G a pesar de las restricciones. Las primeras torres se instalaron en Wuhan (China), cerca del laboratorio que ahora se considera la cuna del virus, así como en las ciudades de Italia que registraron los primeros casos de COVID, y después en Estados Unidos y otras naciones.
Uno se pregunta si se trata de la industria de las telecomunicaciones que aprovecha la oportunidad de colocar torres cerca de las escuelas, los hospitales y los hogares sin apenas participación de la comunidad, o si se trata de un plan más siniestro para construir una red de microondas mortífera que algún día será mucho más insidiosa que un virus.
El autor, investigador y científico clínico Robert O. Young afirma que "el RADAR mural," el método de La Habana" o "el efecto Habana", es un dispositivo de intimidación y acoso por frecuencias electromagnéticas [CEM] a base de esteroides para alterar el comportamiento humano y forzar la conformidad aterrorizando a una persona a través del dolor y las lesiones con la intención de incitar, provocar y agravar, y diseñado para humillar, avergonzar e incluso matar."
Young continúa detallando el alcance y la potencia de esta tecnología: "Cuando se pulsan a 2,4 GHz (microondas) y frecuencias más altas, en embajadas, oficinas, hogares e incluso seres humanos que contienen OG [óxido de grafeno], pueden utilizarse específicamente para dispositivos de espionaje.
No es necesario forzar la entrada para colocar un micrófono oculto; las escuchas pueden lograrse fácilmente enviando una señal de radiofrecuencia de microondas (MWRF) al interior de un edificio, a través de las paredes, hacia un humano inoculado con GO (óxido de grafeno), con o sin línea de visión directa. El dispositivo puede captar cualquier conversación y localizar a cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, desde cualquier torre de telefonía móvil DEW [arma de energía dirigida] de la Tierra o desde más de 20.000 satélites DEW del espacio".
En 1975, la Asamblea General de la ONU examinó un proyecto propuesto por la Unión Soviética, titulado "Prohibición del desarrollo y la producción de nuevos tipos de armas de destrucción masiva y de nuevos sistemas de armas". Entre los últimos sistemas de armas que figuran en la lista se encuentran:
- Armas radiológicas que podrían producir efectos similares a los de una explosión nuclear
- Armas de haz de partículas que utilizan partículas cargadas o neutras para alcanzar objetivos biológicos
- Armas de radiación acústica infrasónica
- Armas electromagnéticas que operan en determinadas radiofrecuencias que tendrían efectos adversos en los órganos humanos.
– Armas radiológicas que podrían producir efectos similares a los de una
Por desgracia, los países occidentales no han respondido.
Otros tratados, como la prohibición de las armas biológicas y químicas (tanto en el campo de batalla como en las calles civiles), han sido creados y modificados, pero aparentemente ninguno de ellos puso fin a la invasión de la mente humana ni al uso de medios como las DEW para el acoso y control del comportamiento de individuos y grupos. Como estas armas utilizan las fuerzas invisibles del sonido, el calor y la frecuencia para crear un nuevo tipo de arma de guerra utilizada a distancia, es mucho más fácil para los que tienen intenciones siniestras no sólo salirse con la suya, sino también desafiar los tratados o las leyes.
Judy Wall, redactora y editora del boletín de los años 90 Resonance, en un artículo titulado "Military Use of Silent Sound: Mind Control Weapons", afirma que durante la Guerra del Golfo se utilizaron armas de operaciones psicológicas (psyops). Se trataba de una "tecnología subliminal, que altera la mente... transmitida a través de emisiones de radiofrecuencia estándar"
Los boletines de información de marzo de 1991 admitieron que las operaciones psicológicas se desplegaron tras la destrucción del sistema de mando y control militar de Saddam Hussein. Un artículo titulado "La guerra psicológica de alta tecnología llega a Oriente Medio" describe una operación psicológica contra las tropas iraquíes durante la Operación Tormenta del Desierto, en la que los transmisores estadounidenses inutilizaron las emisoras locales iraquíes y emitieron música patriótica y religiosa, así como "órdenes e información militar vaga, confusa y contradictoria".
Wall escribe que es posible que también funcione una tecnología subliminal más poderosa, que utiliza "sofisticados dispositivos electrónicos para 'hablar' directamente con la mente del oyente, alterando y entrenando sus ondas cerebrales, manipulando el electroencefalograma de su cerebro, o patrones EEG, e implantando artificialmente estados emocionales negativos: sentimientos de miedo, ansiedad, desesperanza e impotencia".
Tal vez por eso, como señala Wall, las tropas iraquíes se rindieron posteriormente en masa, incluidos los comandantes mayores y de brigada que abandonaron todas sus unidades. ¿Qué mensajes pueden haber circulado por el cerebro de estos soldados que en un momento dado luchaban por su causa y de repente se rindieron?
La autora e investigadora independiente Elana Freeland, en su ensayo "This Secret Electromagnetic Age: Directed Energy Weapons (DEW) for Political Control", describe la larga historia y las preocupaciones actuales sobre esta tecnología, y cómo se está utilizando sobre nosotros en secreto, sin relación con la lucha contra el terrorismo.
Advierte: No hace falta ser licenciado en ciencias de los cohetes para entender que las tecnologías de seguimiento por satélite y vigilancia a distancia no son sólo para los "terroristas". La tortura y el interrogatorio a distancia, los recuerdos provocados por preguntas en los neurófonos y los analizadores de ondas cerebrales que permiten "conversaciones forzadas" y la programación tienen como objetivo establecer campos de concentración de prisioneros de guerra electrónicos en nuestros hogares y lugares de trabajo. Esto es una violación mental y un robo de la propiedad intelectual de nuestros pensamientos.....
"Los conjuntos preparatorios de radiodifusión codificados en haces de microondas producen ataques cardíacos, derrames cerebrales, parálisis, etc. Enfermedades como la gripe son disparadas sobre los objetivos. Los edificios donde se reúnen los grupos disidentes se convierten en puntos calientes instantáneos. Las abducciones gubernamentales se disfrazan en abducciones extraterrestres con rayos de parálisis, seguidos del borrado de memorias a corto plazo y la implantación de falsos recuerdos.... "
Todos podríamos ser potenciales cobayas.
Sobre el autor: Marie D. Jones es autor de numerosos libros de no ficción, los más recientes para Visible Ink Press, entre ellos Disinformation and You: Identify Propaganda and Manipulation. Ha colaborado en decenas de revistas y ha aparecido en el History Channel y en más de 2.000 programas de radio de todo el mundo. Su página web es www.mariedjones.com.
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