El comunista Luiz Inacio Lula Da Silva abrazando a Klaus Schwab en el Foro Económico Mundial y el actual presidente brasileño estrechando la mano a este mismo Klaus Schwab.
Mientras los globalistas trabajan en su SOLUCIÓN FINAL -véase Gladio Veritatis- los pueblos deben ilusionarse con una resistencia popular y una contrarrevolución. Brasil ilustra esta mascarada y la falsa creencia de que algo positivo puede salir de las urnas. La solución es divina o providencial, y sólo llegará tras el colapso global y el caos de las naciones. Así es y debemos rezar para evitar lo peor, mientras tomamos las medidas materiales adecuadas hasta que la Providencia impida el peor desastre hacia el que nos conducen los señores de la red de Davos: los globalistas luciferinos.