El 16 de marzo de 2020, inicio de los confinamientos a nivel nacional, los 70 segundos que estremecieron al mundo

Publié par Contra información sur 3 Octobre 2022, 15:13pm

El 16 de marzo de 2020, tras un largo fin de semana de negociaciones y acuerdos sobre el coronavirus, Donald Trump, Deborah Birx y Anthony Fauci se expresaron por primera vez en una conferencia de prensa en la Casa Blanca sobre el confinamiento a nivel nacional.

Repartieron una hoja informativa -que contenía en su mayor parte consejos de salud convencionales- en la que se leía en letra muy pequeña: "Los bares, restaurantes, patios de comidas, gimnasios y otros lugares interiores y exteriores donde se reúnen grupos de personas deben estar cerrados."

Cierren todo. Todo. Por completo. Como si toda la economía fuera una discoteca que cierra temprano.

Esto equivalía a un repudio total no sólo de la Constitución sino de la propia libertad. Como mínimo, fue un ataque fundamental contra las garantías de la Primera Enmienda sobre la libertad religiosa, ya que atacaba los derechos de los cristianos, los judíos, los musulmanes y todo el mundo.

Toda la evidencia sugiere que Trump no sabía que el pequeño texto estaba allí.

La lectura del texto se dejó para la sesión de preguntas y respuestas.

Incluso mientras el texto fue leído por Fauci desde el podio, Trump parecía distraído con otra cosa, casi como si no hubiera escuchado o no deseara escuchar. Más tarde se jactó de que todo era obra suya, pero viendo la historia de ese día, no está tan claro.

Desgranemos la escena fotograma a fotograma para entender lo que ocurrió durante esos 70 segundos en la sesión de preguntas y respuestas. Un periodista comienza preguntando si el gobierno federal está diciendo a la gente que "evite los restaurantes y bares" o si el gobierno está diciendo que "los bares y restaurantes deben cerrar durante los próximos 15 días."

Tanto Fauci como Birx sabían con certeza que las directrices les ordenaban cerrar sus puertas.

Tras una larga y fastidiosa rueda de prensa sobre no mucho, a raíz de una pregunta muy concreta, Trump se dirige a Fauci para que responda. Tal vez sea porque no ha escuchado con atención y no sabe cómo responder. A continuación, Fauci hace una señal a Birx, que sube al estrado. Probablemente, Fauci pensó que ella sería la encargada de hacer el trabajo sucio de anunciar los encierros. Fauci la anima claramente: es ahora o nunca.

Birx comienza su respuesta con una desviación estratégica, hablando tendenciosamente sobre la duración del virus en las superficies. Esto era sólo una cortina de humo, y hay muchas razones para creer que ella lo sabía. No respondió a la pregunta. Se acobardó en el último momento.

Fauci, probablemente frustrado, la interrumpe con un gesto de mano. Birx se da cuenta inmediatamente de lo que está a punto de hacer: está a punto de leer la receta que Trump no sabía que existía. Así que decide pasar la mano. Se aturde y enloquece de emoción, la adrenalina fluye. Empieza a tropezar con sus palabras y dice de forma falsamente femenina que va a dejar hablar a Fauci porque es su mentor.

Esta era su forma de decir que con mucho gusto le pasaría esta patata caliente.

Probablemente sabía que este era el gran momento que todos habían estado esperando. Estaba loca de emoción. Curiosamente, Trump también sonreía, pero quizás por sus payasadas, no por lo que estaba a punto de ocurrir.

Fauci se acerca al micrófono. No pide personalmente el confinamiento. En vez de eso, lee la directiva literalmente.

Dr. Fauci: La letra pequeña aquí. Es una letra muy pequeña. “En los estados con evidencia de transmisión comunitaria, los bares, restaurantes, patios de comidas, gimnasios y otros lugares interiores y exteriores donde se congregan grupos de personas deben ser cerrados”.

Mientras lee, la propia Birx sonríe de oreja a oreja, como si las palabras fueran poesía para ella. No es un texto que le sea desconocido. Llevaba todo el fin de semana trabajando en estas palabras. Por fin, todo su trabajo había dado sus frutos.

Aún mejor, ella no tenía que leerlo. Fauci lo hizo.

¿Qué hacía Donald Trump durante este tiempo? Se distrajo con alguien del público que llamó su atención. Sonrió y señaló con un dedo. Uno se pregunta quién y por qué.

Aquí tienes una captura de pantalla.

¿Se asignó a alguien para hacer el trabajo de distraerlo? No podemos descartarlo. Este fue el momento más significativo de todos. La gran revelación había llegado. Y la atención de Trump estaba claramente en otra parte. ¿A quién señalaba y sonreía?

¿Estaba fingiendo no oír?

¿Quién puede decirlo?

Fauci lee el texto y se aleja del micrófono. Acababa de leer lo que de hecho constituye la instrucción más totalitaria jamás impartida por un gobierno en la historia del mundo -no se me ocurre otro caso semejante- de que debe cesar toda interacción humana de costa a costa. Al fin y al cabo, todos los lugares de reunión incluyen también las viviendas. Entonces Fauci se aleja del micrófono.

A continuación, Trump vuelve al podio. Pone brevemente los ojos en blanco, como si dijera: "Ahí va otra vez", pero sin tener ni idea de lo que se acababa de leer ni de lo que significa.

¿Qué sucede en ese momento? Birx resplandece y se regocija en su interior. El acto se ha conseguido. Se acabó. Han trabajado durante muchas semanas para realizar este golpe y en un instante está hecho.

Fíjese aquí en que Fauci busca la mirada de Birx y le hace un pequeño gesto con la cabeza. Ella le devuelve la sonrisa. Se estaban dando afirmaciones visuales entre ellos.

Fue entonces cuando Trump aclaró que no le está diciendo a nadie ni a nada que cierren, pero esta declaración contradice lo que se acaba de leer hace unos segundos.

El diálogo fue el siguiente:

Periodista: Entonces, señor presidente, ¿les está diciendo a los gobernadores de esos estados que cierren todos sus restaurantes y sus bares?

Trump: Bueno, no hemos dicho eso todavía.

Periodista: ¿Por qué no?

Trump: Estamos recomendando pero-

Reportero: Pero si usted cree que esto funcionaría.

Trump: ... estamos recomendando cosas. No, todavía no hemos llegado a ese paso. Eso podría suceder, pero no hemos llegado a eso todavía.

Este fue otro momento extraño porque Trump contradijo explícitamente las palabras que se acababan de leer. La hoja que miraban los periodistas era claramente una orden de cierre. Cualquier periodista astuto habría visto el enorme abismo que separa la orden de las propias palabras o la comprensión de Trump.

Aquí puedes ver los 70 segundos completos. Descúbrelo tú mismo. A ver qué le parece. Fue trascendental, probablemente el más importante de la historia de Estados Unidos, la culminación de semanas de persuasión y planificación.

Todo siguió a partir de ese breve momento: el caos de los confinamientos, las escuelas e iglesias cerradas, el fin de los derechos básicos, el naufragio de los negocios, y luego comenzó el gasto, la inflación, los demenciales cheques de asistencia social, y la desmoralización de la población que continúa hasta hoy.

La población, ahora sometida a la conmoción y al pavor, las máscaras y los mandatos de las vacunas parecían menores en comparación.

Todo ello se desarrolló en 70 segundos el 16 de marzo de 2020. Que yo sepa, este es el primer y único artículo escrito hasta ahora para reconstruir este breve momento.