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Entre los numerosos casos de enfermedades y muertes "enigmáticas" que han aparecido repentinamente desde 2021, se encuentra una rara forma de "demencia infantil" de la que se han hecho eco recientemente varios medios de comunicación independientes y que ha dejado a los médicos perplejos. Un artículo de J. Bart Classen, titulado "COVID-19 RNA Based Vaccines and the Risk of Prion Disease", publicado en la revista Microbiology and Infectious Diseases, contiene elementos que demuestran que la vacuna Corona de ARNm de Pfizer puede desencadenar enfermedades mortales como la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
Classen explica: " La secuencia de ARN de la vacuna, así como la interacción con el objetivo de la proteína Espiga, fueron investigadas por su potencial para hacer pasar las proteínas intracelulares de unión del ARN, la proteína de unión del ADN TAR (TDP-43) y la proteína Fused in Sarcoma (FUS), a sus conformaciones patológicas de priones. Los resultados indican que el ARN de la vacuna presenta secuencias específicas que pueden hacer que TDP-43 y FUS se plieguen en sus conformaciones patológicas de priones. Se sabe que el plegamiento de TDP-43 y del FUS en sus formas patológicas de priones provoca la ELA, la degeneración del lóbulo temporal anterior, la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurológicas degenerativas.
Los síntomas de la enfermedad priónica, de la que forma parte la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, incluyen demencia, confusión, dificultad para hablar, fatiga, alucinaciones, movilidad reducida y daños cerebrales irreversibles.
Falsa reacción del sistema inmunitario debido a la producción de proteínas espiga
La Dra. Stephanie Seneff, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), que lleva mucho tiempo interesada en las vacunas Corona, ha llegado a la conclusión, tras una amplia investigación, de que el contenido sintético de la vacuna desencadena una reacción del sistema inmunitario y la producción de proteínas espiga en los pacientes que padecen la enfermedad de Parkinson. Estas células pasarían al sistema linfático a través de los mecanismos de filtración del propio organismo y se acumularían rápidamente en el bazo.
Según Seneff, en este centro terminal crítico es donde se desarrollan las enfermedades cerebrales. En su opinión, todo el proceso es un método perfectamente elaborado para provocar daños neurológicos progresivos en los años venideros.
Pfizer y la medicina sistémica disparan fuertemente contra ella
El artículo de Claasen aparecido el año anterior fue muy criticado tanto por Pfizer como por varios médicos. Queda por ver si los casos de demencia infantil que se conocen ahora están relacionados con las vacunas Corona y si sus afirmaciones resultan finalmente correctas. Las innumerables lesiones vacunales graves y cada vez más inespecíficas están revelando, con cierto retraso, cuadros clínicos y síntomas en todos los grupos de personas vacunadas, que sólo poco a poco se van reconociendo como consecuencia de la vacunación experimental.
Dado que la generación más joven solo fue llevada al pinchazo relativamente tarde, no se puede descartar que los síntomas neurodegenerativos de la presunta forma de demencia relacionada con la vacuna solo se registren estadísticamente con el tiempo, y finalmente se hará público.
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