Dumitry Rogozin, responsable de la agencia espacial rusa Roscosmos, ha revelado en una entrevista emitida la semana pasada que cree en la existencia de una vida inteligente extraterrestre cuyo desarrollo tecnológico sería tan avanzado tecnológicamente en comparación con la humanidad que esta podría ser estudiada como lo son las bacterias por los biólogos.
Rogozin mencionó sus conversaciones y los informes de los pilotos de pruebas de la antigua URSS, la mayoría de los cuales habían informado de que habían encontrado fenómenos aéreos no identificados mientras probaban nuevos aviones. Observaciones similares han sido reportadas por pilotos de prueba de varios países y esto, es lo que ha llevado a pensar a Rogozin, que el desarrollo técnico de la humanidad está siendo vigilado de cerca por una o más entidades de las que no se sabe nada.
Además del creciente número de avistamientos de ovnis durante la Segunda Guerra Mundial, se ha informado de fenómenos inexplicables durante las pruebas nucleares y cerca o encima de las centrales nucleares en varios países del mundo.
Estas declaraciones se producen tras un debate sobre el tema que ha sido juzgado inconcluso en el Congreso de los Estados Unidos, que siguió al informe "Evaluación preliminar: Fenómenos aéreos no identificados”, un informe de evaluación encargado por el gobierno federal estadounidense publicado el 25 de junio de 2021.
Rogozin es conocido por sus declaraciones chocantes, pero en este tema parece que su declaración forma parte de la guerra psicológica del conflicto en curso entre Estados Unidos y Rusia y sigue a las explosivas declaraciones del jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, sobre los orígenes judíos del ex canciller del Reich alemán Adolf Hitler. Por lo tanto, es a la vez una advertencia y un mensaje codificado para un interlocutor que domina el canal de comunicación y el objeto de la misma.
La temática sobre la interferencia extraterrestre en la Tierra no es nueva ni extraordinaria. Parece formar parte de las herramientas de manipulación y guerra psicológica de varios servicios especiales, en particular los de Estados Unidos y la antigua URSS, especialmente durante la Guerra Fría 1.0 (1947-1991).
Esta temática se apoya en cientos de referencias semánticas incluidas en el patrimonio cultural tangible e intangible conocido de la humanidad desde las llamadas edades prehistóricas. Desde cierta perspectiva, las historias evocadas por los textos sagrados de las tres grandes religiones monoteístas (judaísmo, cristianismo e islam), pero también de casi todas las demás religiones mundiales, son una larga enumeración de interferencias extraterrestres sobre la vida y el recorrido de la humanidad. Lo mismo ocurre con los mitos y leyendas populares recogidos en todo el mundo. Por lo tanto, este tema no es sólo heurístico, sino que cuenta con un altísimo potencial para configurar la realidad. Esta es una de las funciones de todo poder político.
Estaba previsto que la temática extraterrestre siguiera la de una amenaza inducida por una pandemia. Parece que este proyecto se ha ralentizado o cambiado debido a la guerra en Europa del Este o a los preparativos de una guerra en Asia. Es en este contexto en el que hay que situar la declaración disruptiva de Rogozin. Después de la de Lavrov, que sacudió los fundamentos ideológicos e históricos del sistema de dominación mundial, Rogozin disparó una segunda descarga sobre un tema que ha sido mantenido en secreto por las élites gobernantes hasta ahora. Estas controlan la ciencia con una camisa de fuerza vacía y cerrada, como lo ha demostrado la llamada crisis del C19, pero también los falsos debates montados como cultos sectarios impuestos desde arriba, como el cambio climático y la vacunación.
Dos interesantes revelaciones en 2022. Si la guerra continúa, seguramente habrá más confesiones...
strategika51