Mientras la narrativa de Covid-19 implosiona y los países de todo el mundo levantan temporalmente sus medidas coercitivas, en gran medida infundadas, el próximo ataque contra el exitoso modelo suizo se vislumbra en el horizonte.
Sin que la opinión pública se dé cuenta, la OMS está trabajando actualmente en un acuerdo sobre "prevención, preparación y respuesta ante una pandemia". La comunidad internacional de Estados debe estar "mucho mejor preparada para posibles pandemias futuras y actuar de forma aún más coordinada a lo largo de todo el ciclo de detección, alerta y respuesta", dice la página oficial del Consejo Europeo y del Consejo de la UE. El 1 de marzo de 2022 se celebró una primera reunión internacional. En 2023, el programa debería estar en marcha y aplicarse en 2024. "Tendremos otra pandemia", predice Bill Gates en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Este acuerdo será vinculante según el derecho internacional. Esto significa que el Pacto contra la Pandemia de la OMS estará por encima de las constituciones nacionales. En consecuencia, los Estados miembros estarán obligados a aplicar las medidas decididas por la OMS. Por ejemplo, si la OMS decide el confinamiento, Suiza tendría que aplicar esta orden. La vacunación obligatoria para toda la población también podría imponerse de esta manera. Así, los Estados nacionales ya no podrían decidir por sí mismos qué medidas de control de la pandemia quieren adoptar. La política soberana y científica, como se puede observar en Suecia, por ejemplo, se convertiría así en algo del pasado. En el futuro, Suiza marchará al compás del mundo.
Conviene recordar aquí a Ralf Dahrendorf:
"Quien renuncia al Estado-nación pierde así la única garantía efectiva de sus derechos fundamentales hasta la fecha. Quien hoy considera que el Estado-nación es prescindible, declara -aunque sea involuntariamente- que los derechos civiles son indispensables".
En el curso de la globalización, ya se observa un preocupante desplazamiento del poder de los Estados nación a las organizaciones supraestatales. Mass-voll se resistirá con todas sus fuerzas al pacto pandémico de la OMS y ya está preparando un referéndum. Esta silenciosa toma de poder no debe permitirse bajo ningún concepto.