Un estudio de Lancet publicado el 19 de noviembre de 2021, titulado "La pertinencia epidemiológica de la población vacunada con COVID-19 es cada vez mayor", concluye:
"Muchos tomadores de decisiones asumen que los individuos vacunados pueden ser excluidos como fuente de transmisión. Parece una gran negligencia ignorar a la población vacunada como una posible y relevante fuente de transmisión a la hora de decidir las medidas de control de la salud pública.
Esta conclusión está respaldada por numerosos ejemplos. He aquí dos ejemplos:
"Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. identifican cuatro de los cinco condados con mayor porcentaje de población totalmente vacunada (99,9-84,3%) como condados de "alta transmisión".
"En Alemania, la tasa de casos sintomáticos de COVID-19 en personas totalmente vacunadas [...] se ha notificado semanalmente desde el 21 de julio de 2021 y era entonces del 16,9% en pacientes de 60 años o más [...]. Esta proporción aumenta semana tras semana y era del 58,9% el 27 de octubre de 2021 [...], lo que demuestra claramente la creciente relevancia de las personas totalmente vacunadas como posible fuente de transmisión.
Este estudio demuestra que las personas vacunadas contra el Covid-19 pueden ser contaminantes y contaminadas en proporciones significativas. Por lo tanto, este estudio tiende a cuestionar tanto el pase sanitario como la vacunación obligatoria contra el Covid-19.
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Nota bene
Este estudio es quizás un elemento que permite entender por qué el Gobierno no aporta pruebas concretas de la eficacia del pase sanitario a pesar de cuatro peticiones reiteradas de la CNIL (Comisión Nacional de la Informática y las Libertades). Si las personas vacunadas contra el Covid-19 pueden estar contaminantes y contaminadas en proporciones significativas, ¿cómo podría el Gobierno aportar pruebas concretas de la eficacia del pase sanitario?
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Candice Vacle