En Estados Unidos y Alemania, funcionarios de alto nivel han utilizado el término "pandemia de los no vacunados", sugiriendo que las personas que han sido vacunadas no son relevantes en la epidemiología de COVID-19. El uso de esta frase por parte de los funcionarios puede haber animado a un científico a afirmar que "los no vacunados amenazan a los vacunados con COVID-19".
Pero esta visión es demasiado simple.
Cada vez hay más pruebas de que los individuos vacunados siguen desempeñando un papel importante en la transmisión. En Massachusetts, EE.UU., se detectaron un total de 469 nuevos casos de COVID-19 durante varios eventos en julio de 2021, y 346 (74%) de estos casos fueron en individuos total o parcialmente vacunados, de los cuales 274 (79%) eran sintomáticos. Los valores del umbral de ciclos también fueron bajos entre los totalmente vacunados (mediana de 22-8) y los personas que estaban vacunadas, no estaban totalmente vacunados o cuyo estado de vacunación era desconocido (mediana de 21-5), lo que indica una carga viral elevada incluso en los individuos totalmente vacunados.
En Estados Unidos, se han notificado un total de 10.262 casos de COVID-19 en personas vacunadas hasta el 30 de abril de 2021, de los cuales 2.725 (26-6%) eran asintomáticos, 995 (9-7%) fueron hospitalizados y 160 (1-6%) murieron
En Alemania, entre el 55 y el 4% de los casos sintomáticos de COVID-19 en pacientes de 60 años o más correspondían a personas totalmente vacunadas, y esta proporción aumenta semanalmente. En Münster, Alemania, se produjeron nuevos casos de COVID-19 en al menos 85 (22%) de los 380 asistentes a clubes nocturnos
Las personas vacunadas tienen un menor riesgo de padecer enfermedades graves, pero siguen siendo una parte relevante de la pandemia. Por lo tanto, es erróneo y peligroso hablar de una pandemia de personas no vacunadas. Históricamente, Estados Unidos y Alemania han creado experiencias negativas estigmatizando a parte de la población por el color de su piel o su religión. Hago un llamamiento a los funcionarios del gobierno y a los científicos para que dejen de estigmatizar indebidamente a los no vacunados, incluidos nuestros pacientes, colegas y otros ciudadanos, y para que hagan esfuerzos adicionales para unir a la sociedad.