La modificación de los genes en las vacunas contra el coronavirus permite calificarlas como armas biológicas, dijo Pavel Vorobiev, presidente de la Sociedad Científica de Médicos de la Ciudad de Moscú, doctor en ciencias médicas, profesor de la Academia de Medicina de Moscú, en una entrevista con IA Krasnaya Vesna.
"Estas vacunas son básicamente productos modificados genéticamente, virus con los que realmente infectamos a las personas para que produzcan ciertos factores, ciertas sustancias que provocarán una respuesta inmunitaria. Pero discúlpeme, esto, si quiere, es una nueva arma biológica", explicó Vorobyov.
Tenga en cuenta que la categoría de vacunas genéticas puede incluir tanto los preparados de ARN mensajero (ARNm), que son las dominantes en Occidente, como las vacunas basadas en la plataforma de vectores adenovirales, incluido el Sputnik V, que es el más extendido en Rusia.
Las vacunas occidentales de ARNm y la rusa Sputnik V se parecen en que, a diferencia de las vacunas tradicionales que muestran al sistema inmunitario una versión muerta o debilitada del agente patógeno, estas vacunas genéticas hacen que las células del vacunado produzcan proteínas de la superficie del virus peligroso, en este caso, la proteína de la espiga... Pero lo hacen de forma diferente.
Las vacunas de ARNm, como las de Pfizer o Moderna, entran en las células del paciente mediante nanopartículas recubiertas de lípidos (grasa) que pueden incorporarse a la membrana celular. Una vez en el interior de la célula, las nanopartículas liberan ARN mensajeros, en los que no se registra todo el genoma del virus, sino sólo el código de la proteína espiga.
Los mecanismos celulares para la producción de proteínas llamadas ribosomas, leen entonces el código del ARNm y producen una proteína en forma de espiga que el sistema inmunitario debe ver cuando llega a la superficie de la célula y crea una respuesta inmunitaria contra ella.
Las vacunas con vectores adenovirales funcionan de forma similar. La información genética con el código de la misma proteína de espiga entra en la célula con la ayuda de un adenovirus modificado, desprovisto de una parte de su código genético necesario para la reproducción. En este caso, el adenovirus entrega el código dde la proteína en forma de ADN, lo que significa que tiene que debe penetrar en el núcleo celular, donde el ADN se reescribe en ARNm. Y luego el ARNm recién creado se utiliza para la producción de una proteína espiga.