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Más de 900 páginas de documentos de alto secreto sobre la pandemia recientemente publicados exponen por primera vez a través de los registros oficiales cómo Estados Unidos financió la investigación del coronavirus mortal en el laboratorio de Wuhan a través de una organización llamada EcoHealth Alliance.
Unos documentos recientemente publicados ofrecen detalles de la investigación financiada por Estados Unidos sobre varios tipos de coronavirus en el Instituto de Virología de Wuhan (China).
The Intercept consiguió más de 900 páginas de documentos que detallan el trabajo de EcoHealth Alliance, una organización de salud con sede en Estados Unidos que utilizó dinero federal para financiar la investigación sobre el coronavirus de murciélago en el laboratorio chino.
Aunque nuestros lectores habituales sabrán que gran parte de esta información y material, y mucho más, ya ha sido publicado por GreatGameIndia desde el inicio de la pandemia declarada (como muestran los enlaces incluidos en el artículo).
El abundante material incluye dos propuestas de subvenciones inéditas que fueron financiadas por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, así como actualizaciones de proyectos relacionados con la investigación de EcoHealth Alliance, que ha sido examinada en el marco de un mayor interés por los orígenes de la pandemia.
Los documentos se han hecho públicos en el marco de un litigio en curso en virtud de la Ley de Libertad de Información, interpuesto por The Intercept contra los Institutos Nacionales de Salud. The Intercept pone a disposición del público los documentos completos.
"Esta es una hoja de ruta para la investigación de alto riesgo que podría haber conducido a la actual pandemia", dijo Gary Ruskin, director ejecutivo de U.S. Right To Know, un grupo que ha estado investigando los orígenes de Covid-19.
Una de las subvenciones, titulada "Understanding the Risk of Bat Coronavirus Emergence" (Comprensión del riesgo de la aparición del coronavirus de murciélago) , describe un ambicioso esfuerzo dirigido por el presidente de EcoHealth Alliance, Peter Daszak, para examinar miles de muestras de murciélagos en busca de nuevos coronavirus. En la investigación también se examinó a las personas que trabajan con animales vivos.
Los documentos contienen varios detalles críticos sobre la investigación de Wuhan, incluido el hecho de que el trabajo experimental clave con ratones “humanizados” se llevó a cabo en un laboratorio de nivel de bioseguridad 3 en el Centro de Experimentación Animal de la Universidad de Wuhan - no en el Instituto de Virología de Wuhan, como se suponía anteriormente.
La subvención para los coronavirus de los murciélagos proporcionó a EcoHealth Alliance un total de 3,1 millones de dólares, de los cuales 599.000 dólares fueron utilizados por el Instituto de Virología de Wuhan para identificar y modificar los coronavirus de los murciélagos que podrían infectar a los humanos.
Incluso antes de la pandemia, muchos científicos estaban preocupados por los posibles peligros asociados a estos experimentos.
La propuesta de subvención reconoce algunos de estos peligros:
"El trabajo de campo implica el mayor riesgo de exposición al SRAS u otros CoV, mientras se trabaja en cuevas con una alta densidad de murciélagos y la posibilidad de que se inhale polvo fecal".
Alina Chan, bióloga molecular del Instituto Broad, dijo: "En esta propuesta, en realidad enfatizan en que saben lo arriesgado que es este trabajo. Siguen hablando de las personas que podrían ser mordidas, y han llevado un registro de todas las personas que fueron mordidas. ¿Tiene EcoHealth estos registros? Y si no, ¿cómo pueden descartar un accidente relacionado con la investigación?"
Según Richard Ebright, biólogo molecular de la Universidad de Rutgers, los documentos contienen información crítica sobre las investigaciones realizadas en Wuhan, incluida la creación de nuevos virus.
"Los virus que construyeron fueron probados para determinar su capacidad para infectar ratones que fueron diseñados para presentar receptores similares a los humanos en sus células", escribió Ebright a The Intercept después de examinar los documentos.
Ebright también dijo que los documentos indican claramente que dos tipos diferentes de nuevos coronavirus fueron capaces de infectar a ratones humanizados.
"Mientras trabajaban en el coronavirus relacionado con el SARS, estaban realizando al mismo tiempo un proyecto paralelo sobre el coronavirus relacionado con el MERS", dijo Ebright, en referencia al virus que causa el síndrome respiratorio de Oriente Medio.
La subvención ha sido inicialmente concedida por un periodo de cinco años, de 2014 a 2019. La financiación se renovó en 2019 pero fue suspendida por la administración Trump en abril de 2020.
La segunda subvención, "Comprender el riesgo de aparición de virus zoonóticos en los focos de enfermedades infecciosas emergentes del sudeste asiático", se concedió en agosto de 2020 y estará vigente hasta 2025.
La propuesta, redactada en 2019, parece a menudo premonitoria, ya que se centra en ampliar y desplegar recursos en Asia en caso de un brote de una "enfermedad infecciosa emergente" y se refiere a Asia como "el más caliente de los puntos calientes de la EID (Enfermedades infecciosas emergente)".
Mientras tanto, el controvertido científico británico Peter Daszak fue destituido de la comisión COVID-19 que investiga los orígenes de la pandemia después de haber contribuido a exponer en secreto la teoría de la fuga del laboratorio sin mencionar sus estrechos vínculos con el mismo establecimiento.
Aunque los principales medios de comunicación sólo ahora están recurriendo a la teoría de la filtración en el laboratorio, hay muchas pruebas, como las publicadas por GreatGameIndia, de que la pandemia estaba de hecho planeada desde el principio.
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