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La protección inmunitaria natural que se desarrolla tras la infección por el SARS-CoV-2 proporciona un escudo considerablemente mayor contra la variante Delta del coronavirus pandémico que dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech, según un amplio estudio israelí. Los datos publicados recientemente muestran que las personas que habían tenido una infección previa por el SARS-CoV-2 tenían muchas menos probabilidades que las personas vacunadas de contraer el Delta, desarrollar síntomas o ser hospitalizadas con la enfermedad grave del COVID-19 (Coronavirus de 2019). El estudio muestra que las personas doblemente vacunadas tenían entre seis y trece veces más probabilidades de infectarse que las personas no vacunadas que se habían infectado previamente con el coronavirus. El estudio demuestra el poder del sistema inmunitario humano.
Los investigadores también descubrieron que las personas previamente infectadas por el SARS-CoV-2 estaban mejor protegidas contra la reinfección que las que se habían vacunado.
El nuevo trabajo (leer más abajo) podría fundamentar el debate sobre si las personas previamente infectadas deben recibir las dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech o la vacuna similar de ARNm de Moderna.
Los requerimientos de vacunación no eximen necesariamente a los que ya tenían la infección por el SRAS-CoV-2 y la recomendación actual es que se vacunen completamente, lo que significa dos dosis de ARNm o una de las basada en adenovirus de J&J.
El estudio (leer más abajo), realizado en uno de los países con mayor grado de vacunación contra el COVID-19 del mundo, examinó los historiales médicos de decenas de miles de israelíes, registrando sus infecciones, síntomas y hospitalizaciones entre el 1 de junio y el 14 de agosto, cuando la variante Delta predominaba en Israel.
Se trata del mayor estudio observacional en el mundo real realizado hasta la fecha para comparar la inmunidad natural y la inducida por la vacuna contra el SARS-CoV-2, según sus responsables.
La oleada masiva de infecciones por COVID-19 en Israel, uno de los países más vacunados del mundo, es nada menos que un desastre. La crisis de las vacunas en Israel debería ser una advertencia para el resto del mundo.
La investigación ha impresionado a Nussenzweig y a otros científicos que revisaron una preimpresión de los resultados, en medRxiv. "Este es un ejemplo de libro de texto de cómo la inmunidad natural es realmente mejor que la vacunación", afirma Charlotte Thålin, médico e investigadora de inmunología del Hospital Danderyd y del Instituto Karolinska que estudia las respuestas inmunitarias al SARS-CoV-2.
"Que yo sepa, es la primera vez que [esto] se ha demostrado realmente en el contexto de COVID-19".
El estudio muestra los beneficios de la inmunidad natural, pero "no tiene en cuenta lo que hace este virus hace al cuerpo para llegar a este punto", dice Marion Pepper, inmunóloga de la Universidad de Washington, en Seattle.
El nuevo análisis se basa en la base de datos de Maccabi Healthcare Services, que inscribe a unos 2,5 millones de israelíes.
El estudio, dirigido por Tal Patalon y Sivan Gazit, de KSM, la rama de investigación e innovación del sistema, descubrió en dos análisis que las personas no infectadas que se vacunaron en enero y febrero tenían, en junio, julio y la primera quincena de agosto, entre seis y trece veces más probabilidades de infectarse que las personas no vacunadas que se habían infectado previamente con el coronavirus.
En un análisis, en el que se compararon más de 32.000 personas del sistema sanitario, el riesgo de desarrollar COVID-19 sintomático era 27 veces mayor entre los vacunados, y el riesgo de hospitalización ocho veces mayor.
"Seguimos subestimando la importancia de la inmunidad natural frente a las infecciones... especialmente cuando [la infección] es reciente", afirma Eric Topol, médico investigador de Scripps Research.
El grupo de Nussenzweig ha publicado datos que demuestran que las personas que se recuperan de una infección por el SARS-CoV-2 siguen desarrollando un número y un tipo de anticuerpos contra el coronavirus cada vez mayor durante un año.
Por el contrario, dice, las personas vacunadas dos veces dejan de ver aumentos en "la potencia o en la amplitud del compartimento global de los anticuerpos de memoria" unos meses después de su segunda dosis.
Para muchas enfermedades infecciosas, se sabe que la inmunidad adquirida de forma natural es más potente que la inducida por la vacuna y suele durar toda la vida.
Mientras tanto, un nuevo estudio ha planteado la preocupación por la eficacia de las vacunas de ARNm, revelando que la vacuna COVID-19 de Pfizer sólo es un 42% eficaz contra la variante Delta.
Y lo que las autoridades no están diciendo es que, en realidad, son los que se han vacunado completamente contra el COVID-19 pero siguen infectados con la cepa delta los que transmiten la infección a las personas no vacunadas.
La idea de erradicar el Covid es una fantasía peligrosa y costosa, según el científico de renombre mundial Jayanta Bhattacharya, de la Universidad de Stanford, y el destacado economista Donald Boudreaux.
Lea el estudio que demuestra el poder del sistema inmunitario humano sobre las vacunas a continuación:
https://www.medrxiv.org/content/10.1101/2021.08.24.21262415v1.full.pdf
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