La historia nos dice que la gripe española de 1918 mató a entre 50 y 100 millones de personas. Fue considerada como la enfermedad más espantosa por fuentes médicas y farmacéuticas. Este es un mito de la época de la guerra que todavía se perpetúa para encubrir las vacunas militares experimentales que mataron a millones de personas durante la gripe española.
La doctora Eleanor McBean, autora de "Vaccination Condemned”, describe con detalle en su libro sus experiencias personales y familiares durante la pandemia de la gripe española de 1918.
La cobertura de McBean, que es un superviviente no vacunado, le permitirá revisar este acontecimiento histórico. McBean aporta pruebas de que los acontecimientos históricos de la "gripe española" de 1918 fueron comprometidos.
La misma cosa se hizo con las epidemias de la polio y la gripe porcina y se está haciendo en la actualidad.
El mito de la gripe española
Dado que España era neutral durante la Primera Guerra Mundial, no dudó en informar sobre la epidemia de gripe de 1918, a diferencia de los países combatientes.
De este modo, España fue "el chivo expiatorio" como fuente y, en consecuencia, el nombre de "gripe española" fue inventado.
Se llevó a cabo un gran experimento de vacunación militar masiva en Fort Riley, Kansas, donde se informó del primer caso de "gripe española".
Por primera vez, la industria farmacéutica obtuvo el suministro de sujetos humanos, que fue patrocinado por Rockefeller Institute for Medical Research.
El ejército estadounidense proporcionó un grupo de 6 millones de hombres como sujetos de prueba para los experimentos de vacunación.
Los soldados estadounidenses de la Primera Guerra Mundial recibían entre 14 y 25 vacunas experimentales no probadas con unos días de diferencia entre sí, lo que provocó un aumento de los casos de TODAS las enfermedades a la vez.
Los médicos la calificaron como una nueva enfermedad y procedieron a suprimir los síntomas con medicamentos o vacunas adicionales.
La autopsia realizada después de la guerra demostró que la gripe de 1918 no era una "gripe". Más bien, fue la enfermedad causada por la "vacuna contra la meningitis bacteriana" experimental que se administró a la población.
Esta enfermedad imita los síntomas como la gripe. Muchos de los soldados vacunados murieron a causa de esta vacuna experimental y los que no se vacunaron no se vieron afectados.
¿Pero qué pasa con los civiles?
Grandes cantidades de vacunas experimentales no utilizadas quedaron sin usar cuando la Primera Guerra Mundial terminó bruscamente.
El gobierno estadounidense lanzó una campaña para sembrar el miedo entre los civiles, diciendo que cuando los soldados volvieran con sus familias, la enfermedad se extendería también a los miembros de la familia.
Y al hace esto, lograron utilizar a decenas de millones de civiles como sujetos de prueba para vacunas experimentales. Como resultado, millones de civiles murieron después de la guerra, al igual que los soldados.
De ahí que en lugar de reducir el riesgo, se agudizó la situación y se denominó la gran "Gripe española de 1918" en la que sólo murieron los vacunados.
"Siete hombres murieron en la consulta de un médico tras ser vacunados. Se enviaron cartas a sus familias indicando que habían muerto en combate".
- Eleanor McBean, Directorio de bienestar de Minnesota
Recientemente, de forma similar, la vacuna oral de la OMS provocó un brote de poliomielitis en África.
Una semana después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara un éxito su campaña de vacunación de una década en África, su propia vacuna oral ha desencadenado un nuevo brote de poliomielitis en el continente. El brote fue causado por una mutación en la cepa de la vacuna.
El relato COVID
Neil Ferguson, es el científico británico y profesor del Imperial College, que ha desarrollado modelos matemáticos informáticos de pandemia para Covid-19 en base a los cuales se han redactado las políticas nacionales.
Sin embargo, se ha demostrado que todos los modelos proporcionados por Neil Ferguson son engañosos y el mundo sigue aplicando su modelo COVID-19.
Por ejemplo, según el modelo de Ferguson, Suecia experimentaría 100.000 muertes en junio de 2020, pero hasta ahora sólo ha alcanzado un máximo de 2.854 muertes totales (en el momento de escribir este artículo).
El caso sueco es interesante porque los estrictos confinamientos prescritos por la OMS no han sido aplicados por el gobierno sueco. El modelo sueco ha demostrado la ineficacia de las políticas COVID de la OMS.
También está el caso de Alemania, donde el ministro federal contrató a científicos para desarrollar un modelo falso de coronavirus para justificar los confinamientos estrictos.
Tras una dura batalla por parte de activistas y abogados, el tribunal alemán, en una decisión histórica, declaró inconstitucionales los bloqueos de COVID19 impuestos por el gobierno.
Las políticas de la OMS sobre el tipo de medicamento para el tratamiento del COVID-19 también han quedado expuestas a ser influenciadas por datos falsos de una estrella del porno y un escritor de ciencia ficción.
Los falsos modelos corona se complementaron con protocolos de test defectuosos.
Como ya informó GreatGameIndia, los tests estándar para detectar el coronavirus han generado un gran número de casos positivos cada día. Estos tests son realizados sobre la base de protocolos defectuosos de la OMS, diseñados para incluir también casos de falsos positivos.
No fue hasta un año después, cuando la pandemia ya había sido declarada mundial, que la OMS admitió su error y cambió sus criterios del test RT-PCR.
El año pasado, un tribunal de apelación portugués dictaminó que los tests PCR no eran fiables y que era ilegal poner en cuarentena a las personas basándose únicamente en un test PCR.
Los ciclos de umbral utilizados en los tests de PCR en la India se sitúan entre 37 y 40, lo que hace que la fiabilidad del test de PCR sea inferior al 3% y la tasa de falsos positivos llegue al 97%.
Anteriormente, el protocolo de test de la OMS había sido cuestionado incluso por la autoridad sanitaria nacional finlandesa. La OMS ha hecho un llamamiento a los países para que hagan pruebas de detección del coronavirus al mayor número posible de pacientes.
En una sorprendente revelación, el jefe de seguridad sanitaria de Finlandia, Mika Salminen, rechazó el aviso de la OMS diciendo que la OMS no entiende de pandemias y que su protocolo de pruebas de coronavirus es ilógico y no funciona.
Por lo tanto, si los protocolos de tests de la OMS se basan realmente en las tecnologías y metodologías de investigación más fiables y precisas disponibles en el mundo, ¿no deberían haber conocido su insignificante eficacia e impacto en el pánico y el caos?
De hecho, la OMS sabe que no funciona y, además, no es la primera vez que se hacen estas críticas.
En el pasado, en 2010, la OMS fue sorprendida fingiendo una pandemia y se vio obligada a admitir que su metodología para medir la viralidad o la propagación de la enfermedad, en lugar de la gravedad, era incorrecta.