Los datos oficiales publicados por el gobierno británico muestran que las inyecciones del coronavirus de Wuhan (Covid-19)] están matando a los bebés por nacer a un ritmo alarmante.
El último informe sobre el programa de tarjetas amarillas de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Atención Sanitaria (MHRA), fechado entre el 9 de diciembre de 2020 y el 7 de marzo de 2021, revela un enorme aumento de un 366% en la tasa de abortos espontáneos debidas a las inyecciones del virus los chinos.
Se trata del séptimo informe de este tipo emitido por la MHRA y muestra claramente que la vacuna contra la gripe de Wuhan es extremadamente mortal, especialmente para las mujeres embarazadas que, por cualquier motivo, deciden vacunarse.
Es importante señalar que no hay datos científicos que sugieren que las inyecciones de coronavirus de Wuhan son seguras o eficaces para las mujeres embarazadas, pero los médicos y las autoridades sanitarias siguen administrando las inyecciones a las mujeres embarazadas, lo que ha provocado que muchas de ellas pierdan a sus hijos en gestación.
El gobierno británico ya advirtió a las mujeres embarazadas que no debían tomar la vacuna debido a que los datos que demuestran su seguridad o eficacia en mujeres embarazadas son "inexistentes o limitados".
"No se han completado los estudios de toxicidad reproductiva en animales", admitió el gobierno, y añadió que las inyecciones contra la gripe de Wuhan "no se recomiendan durante el embarazo". Aun así, las inyecciones se siguen administrando a mujeres embarazadas en el Reino Unido.
"En el caso de las mujeres en edad fértil, debe excluirse el embarazo antes de la vacunación", añadió el gobierno, desaconsejando claramente que las mujeres embarazadas se inyecten.
"Además, se debe aconsejar a las mujeres en edad fértil que eviten el embarazo durante al menos dos meses después de su segunda dosis".
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Las inyecciones de virus chino podrían contaminar la leche materna y causar infertilidad
El gobierno del Reino Unido también ha advertido a las mujeres que ya han dado a luz pero que todavía están amamantando que eviten la inyección, ya que actualmente se desconoce si las sustancias químicas de la terapia genética experimental se excretan en la leche.
"No se puede excluir un riesgo para los recién nacidos/bebés", afirma la advertencia. "La vacuna COVID-19 ARNm (ARN mensajero) BNT162b2 no debe utilizarse durante la lactancia".
Asimismo, el gobierno ha advertido a las mujeres que recibieron la vacuna si esperan quedarse embarazadas en el corto plazo. Esto se debe a que no se sabe si la Enfermedad por Coronavirus (Covid-19)] hace que una persona sea infértil.
Sin embargo, innumerables mujeres embarazadas en el Reino Unido han optado por inyectarse de todos modos, y ahora ya no tienen a sus bebés. Esto equivale a un genocidio a los que están por nacer.
"Seguimos sin saber por qué estas mujeres recibieron una de las vacunas Covid en contra del consejo del gobierno", informó el medio británico Daily Exposé.
"Pero lo que resulta verdaderamente chocante es lo mucho que ha aumentado esta cifra en las seis semanas que han transcurrido desde entonces."
Un examen más detallado de los datos del séptimo informe de la MHRA muestra en realidad que se ha producido un aumento del 475% desde el 24 de enero en el número de mujeres embarazadas que han perdido a sus bebés tras recibir la inyección del virus chino de Pfizer y BioNTech, que altera permanentemente a los genes humanos.
Desde la misma fecha, se ha producido un aumento del 150% de abortos espontáneos debido a que las mujeres embarazadas recibieron la vacuna AstraZeneca contra la gripe de Wuhan, que también está relacionada con coágulos sanguíneos mortales.
Resulta que el gobierno del Reino Unido ha "actualizado" posteriormente sus recomendaciones para las mujeres embarazadas para sugerir que algunas quieren ser inyectadas a pesar de la falta total de datos científicos asociados.
Las mujeres embarazadas sólo deben considerar las inyecciones del virus chino "cuando los beneficios potenciales superen los riesgos potenciales para la madre y el feto", dicen ahora las autoridades británicas, dejando a las mujeres embarazadas que no son científicas ni médicas la responsabilidad de tomar esta decisión crítica.
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