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Las vacunas han generado una respuesta del sistema inmunitario "inferior" a la de una infección natural.
El fabricante de vacunas Merck ha abandonado el desarrollo de dos vacunas contra el coronavirus, afirmando que, tras una amplia investigación, se llegó a la conclusión de que las vacunas ofrecían menos protección que el simple hecho de contraer el propio virus y desarrollar anticuerpos.
La empresa ha anunciado que las vacunas V590 y V591 fueron "bien toleradas" por los pacientes testados, pero que generaron una respuesta del sistema inmunitario "inferior" a la de una infección natural.
En su lugar, la empresa declaró que se centraría en la búsqueda de fármacos terapéuticos etiquetados como MK-7110 y MK-4482.
Estos medicamentos están destinados a proteger a los pacientes de los daños causados por una respuesta inmunitaria hiperactiva al virus.
"Los resultados provisionales de un estudio de fase 3 mostraron una reducción de más del 50% en el riesgo de muerte o insuficiencia respiratoria en pacientes hospitalizados con COVID-19 de moderado a grave", ha indicado el comunicado de la sociedad respecto al medicamento MK-7110.
Merck recibirá aproximadamente 356 millones de dólares del gobierno estadounidense para acelerar la producción de posibles terapias como parte de la operación Warp Speed.
El director de marketing, Michael Nally, declaró recientemente a Bloomberg que Merck pretende producir unos 20 millones de tratamientos con MK-4482, un fármaco antiviral oral que los pacientes tomarán dos veces al día durante cinco días.
Al mismo tiempo, científicos alemanes han afirmado que la vacuna británica de Oxford/AstraZeneca tiene una eficacia inferior al 8% en personas mayores de 65 años, lo que ha llevado a los promotores de la vacuna a contraatacar, rechazando esas afirmaciones.
Los medios de comunicación alemanes publicaron estas afirmaciones, afirmando que habían sido "confirmadas" por "múltiples" fuentes gubernamentales alemanas no identificadas.
Los ministros del gobierno británico han sugerido que la acusación puede estar relacionada con la disputa en curso sobre la entrega de la vacuna entre la Unión Europea y AstraZeneca.
La UE, que aún no ha aprobado la vacuna, ha amenazado con bloquear las exportaciones de las vacunas a Gran Bretaña, en una medida que ha sido calificada de "maliciosa" por fuentes del gobierno británico.
Para garantizar que sus Estados miembros reciban su "parte equitativa" de vacunas, la UE también ha amenazado con bloquear el suministro de vacunas de Pfizer al Reino Unido, exigiendo a las empresas farmacéuticas que proporcionen información detallada sobre cuándo tienen previsto exportar las vacunas Covid a países fuera del bloque.
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