El nuevo golem de Elon Musk, por Laurent Glauzy

Publié par Contra información sur 4 Septembre 2020, 10:57am

Elon Musk, ingeniero sudafricano con muchas nacionalidades que, según Jüdische Allgemeine, pasa sus vacaciones en Israel, trabaja en la conexión del cerebro humano con los ordenadores.

El semanario alemán 9/2020 Focus informa que este fin de semana el multimillonario presentó el prototipo de un dispositivo de su sociedad Neuralink, capaz de transmitir información entre las neuronas y un teléfono inteligente, conectado al cerebro del cerdo.

A Musk no le faltan argumentos espurios para ocultar sus planes de hacer del gentil un animal religioso al servicio de los talmudistas: “En el futuro, sería concebible utilizar la tecnología para rellenar el tejido nervioso lesionado para que la gente pueda volver a caminar. El prototipo está equipado con sensores de temperatura, presión y movimiento, entre otras cosas: el dispositivo podría controlar el estado de salud y advertir, por ejemplo, si hay riesgo de ataque cardíaco o derrame cerebral.” El miniordenador en la cabeza se supone que abre una aplicación vía radio Bluetooth para comunicarse con el smartphone. Durante su presentación, Musk mostró un cerdo en el que los impulsos se transmiten por el hocico. Además del aspecto de la salud, Elon Musk espera que el dispositivo también sea capaz de grabar y reproducir recuerdos.

Sus planes se deben entenderse en el contexto de todas las investigaciones relacionadas con la bioética que intentan extender el aborto hasta el parto, de modo que los órganos del recién nacido se utilicen, por supuesto, para el tráfico de órganos. El 29 de enero de 2019, Valeurs Actuelles exponía a este respecto que en los Estados Unidos el aborto puede realizarse hasta el nacimiento.

Todos estos planes están relacionados con el advenimiento del Anticristo, donde el hombre debe ser considerado como un valor de mercado. Detrás del plan de Musk está la realidad de convertir al hombre en un robot que serviría a una élite mundial, la misma élite que hoy en día trabaja para reducir la población mundial mediante la implementación del altamente imaginario Coronavirus. Por lo tanto, Covid-19 no es el nombre de un virus, sino un programa para controlar y reducir la población mundial.

Y este control de la población debe lograrse reduciendo la población, pero también vinculando el cerebro humano a la nueva tecnología que Musk presenta con argumentos humanistas específicos propios de los mentirosos talmúdicos.

Son los mismos planes del rabino Judá Loew ben Bezalel (1520-1609), autor del Golem de Praga que mató a los gentiles. El hijo espiritual del Padre Pío, Don Luigi Villa ( agente de los servicios de inteligencia del Vaticano antes del advenimiento del talmudista y pedosatanista Pablo VI, a quien la masonería intentó asesinar más de diez veces) indicó además que Benedicto XVI era descendiente de nueve rabinos, entre ellos el rabino Loew (Cf. L. Glauzy, Pedosatanismo y Masonería).

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