«Plandemic Parte 2: Indoctornation» es un documental sveramente censurado en plataformas sociales dirigido por el productor de medios de comunicación Mikki Willis. El trabajo revela la fuerza impulsora de la agenda de la vacuna en el diseño de la crisis del Covid-19.
A finales de mayo de 2020, Mikki Willis estrenó la primera parte de su documental «Plandemic», en el que aparece la doctora Judy Mikovits, una bióloga celular y molecular cuya investigación reveló que muchas vacunas están contaminadas con gamma retrovirus, debido a que los virus se cultivan en líneas celulares animales contaminadas. La película de 26 minutos fue prohibida en todas las plataformas de medios sociales después de haberse hecho viral.
El 18 de agosto de 2020 se estrenó la segunda parte, titulada «Plandemic – Indoctornation». La segunda parte es un reportaje completo, que revela la fuerza impulsora de la agenda de la vacuna. Examina los papeles de la Organización Mundial de la Salud, Bill Gates, Tedros Adhanom, el Dr. Anthony Fauci, los medios de comunicación, los gigantes tecnológicos del Valle del Silicio, «Big Pharma» y muchos otros, conectando los puntos entre ellos.
La película comienza con la revisión del Evento 201, un simulacro de preparación para una pandemia presentado por el Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins, el Foro Económico Mundial y la Fundación Bill y Melinda Gates en octubre de 2019, 10 semanas antes de que el brote de COVID-19 comenzara en Wuhan.
En ese momento, dedicaron mucho tiempo a debatir las formas de limitar y contrarrestar la propagación de la «desinformación» prevista sobre la pandemia y las vacunas que habría que desarrollar. Además de la censura total, su plan incluía el uso de «poder blando», un término que se refiere a la influencia sigilosa mediante el uso de celebridades y otros influenciadores de los medios sociales.
Aquí un resumen de los principales puntos:
- El CDC de EE.UU. es propietario de la patente del SARS-CoV (el virus responsable del SARS) aislado de los humanos. En 2007, el CDC presentó una petición a la oficina de patentes para mantener la confidencialidad de su patente del coronavirus. También son dueños de patentes de métodos de detección, y de un kit para medir el virus.
- Por ley, no se puede patentar el ADN natural. Si el SARS-CoV es natural, entonces la patente es ilegal. Si el virus es artificial, la patente es legal, pero la creación del virus sería una violación de los tratados y leyes de armas biológicas. Así que, de cualquier manera, el CDC se ha involucrado en una actividad ilegal.
- Debido a que el CDC es dueño de la patente del SARS-CoV, controla quién tiene la capacidad de hacer investigaciones sobre él. A menos que se autorice, no se puede mirar el virus, no se puede medir o hacer pruebas para él, ya que son dueños de todas esas patentes. Esto significa que el CDC tiene un importante motivo de lucro.
- La Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill posee una patente que describe los métodos para producir coronavirus recombinantes.
Traducción resumida de un artículo de Joseph Mercola