Los medios de comunicación y ciertos grupos políticos necesitan absolutamente el Covid... para que sobreviva por sí mismo. En cualquier caso en sus efectos ideológicos. De lo contrario, ¿qué sentido tiene encerrar a más de 4.000 millones de personas, destruir las economías de los países, la vida de millones de personas, traumatizar a tantos niños, si finalmente todo vuelve a ser como antes? El trabajo no parece haber terminado todavía, hay que hacer que dure el placer. El ejemplo de Hong Kong es interesante. La situación es aparentemente grave, qué horror: 100 nuevos casos, en una ciudad de más de 7,5 millones de habitantes, ... 12 muertos. Desde el principio. No hagamos estadísticas, los números serían ridículos. Pero cuidado, la epidemia ha vuelto. Porque tiene que hacerlo. Aunque tiene poco que ver con la sanidad.
En los últimos días, los medios de comunicación se han desbocado con la reactivación del coronavirus en Hong Kong.
La Presidente del Ejecutivo se pregunta incluso si la situación sigue estando bajo control. De dónde viene esta ola de pánico, que debe hacernos temblar, porque después de Hong Kong, depende de nosotros. En cualquier caso puede serlo. Y está en nuestros medios, por lo tanto en nuestras cabezas.
"Creo que la situación es realmente crítica y no hay indicios de que se esté controlando", dijo Carrie Lam a los periodistas."
Cien casos al día. De una población de más de 7,5 millones de habitantes. De hecho, es trágico... Con 12 muertes. No por día, sino desde el comienzo de la crisis, durante varios meses. Cuando mueren por media 131 personas al día (según datos de 2018).
Es realmente terrible, crítico, incluso descontrolado. Tanto más atroz cuanto que ni siquiera afectará a las estadísticas anuales...
Pero las medidas anunciadas son... cómo decirlo... sorprendente. Se cierran las salas de deporte y las discotecas (lo que salvará a los ancianos, que están especialmente expuestos), se enmascara el virus y la población de paso, los cafés y restaurantes sólo sirven comida para llevar a partir de las 18 horas (el virus duerme una siesta durante el día), etc.
Lo que es muy interesante, en el plano ideológico, es el paso de todos los funcionarios, excepto los servicios de emergencia, a distancia. Uno realmente tiene la impresión de que este aspecto es fundamental para el "nuevo mundo" que todavía no ha llegado. En efecto, poner al Estado a distancia es un punto esencial para completar su desestructuración y lograr la generalización del culto gerencial.
La pregunta que surge, y que nadie ha respondido aún, es simple: ¿cuándo los poderes considerarán que el virus ha sido derrotado?
¿Cuándo no haya ningún caso?... Ha existido desde décadas, bajo diferentes formas, no hay razón para que desaparezca. Al igual que otros virus, como la hepatitis, la gripe, etc.,. Así que siempre habrá una "razón", si es necesario, para reducir nuestra existencia.
Entonces, ¿habría que buscar la respuesta a nivel político-comercial ¿Cuándo vuelvan los demócratas al poder? ¿Cuando los grandes laboratorios hayan desarrollado una vacuna, convertida en obligatoria?
¿O bien desde el plano ideológico? Cuando el "nuevo mundo" se haya impuesto por la fuerza y el terror, con sus máscaras y sus distancias -sociales y humanas, sus multas y confinamientos-, cuando el hombre se haya funcionalizado, los órganos estatales se habrán transformado definitivamente en la correa de transmisión de los mandatos globalistas (lo que ya es en gran medida el caso).
¿Cuándo?
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