La ciencia del coronavirus no se discute. Está bien documentada y admitida abiertamente:
*La mayoría de la gente no se contagiará del virus.
*La mayoría de las personas que lo contraigan no mostrarán síntomas.
*La mayoría de la gente que muestra síntomas sólo estará levemente enferma.
*La mayoría de las personas con síntomas severos nunca estarán gravemente enfermas.
*Y la mayoría de las personas que se pongan enfermas gravemente sobrevivirán.
Es lo que demuestran los numerosos estudios serológicos que revelan, una y otra vez, que la tasa de mortalidad por infección es comparable a la de la gripe.
Ningún dato científico - y cada vez menos argumentos racionales- justifica las medidas de bloqueo y la sensación general de pánico mundial.
Sin embargo, siempre es bueno obtener un reconocimiento oficial de la verdad, incluso si tiene que ser filtrada.
He aquí, tres filtraciones que muestran que los que están en el poder saben que el coronavirus no supone ninguna amenaza, y no justifica de ninguna manera el bloqueo que va a destruir los medios de vida de tantas personas.
1. Son chorradas
El 26 de mayo el Dr. Alexander Myasnikov, responsabe de información sobre el coronavirus de Rusia, concedió una entrevista a la ex candidata a la presidencia Ksenia Sobchak en la que aparentemente dejó escapar sus verdaderos sentimientos.
Creyendo que la entrevista había terminado y la cámara se había apagado, Myasnikov dijo:
Son chorradas [...] Todo es exagerado. Es una enfermedad respiratoria aguda con una mortalidad mínima [...] ¿Por qué se ha destruido el mundo entero? Eso no lo sé".
2. El covid-19 no puede ser descrito como una enfermedad generalmente peligrosa"
Según un correo electrónico filtrado al periódico danés Politiken, la Autoridad Sanitaria danesa no está de acuerdo con el enfoque de su gobierno sobre el coronavirus. Lo cubren en dos artículos aquí y aquí (para aquellos que no hablan danés, thelocal.dk también ha cubierto la historia).
Hay mucha información interesante allí, entre la que destaca la clara implicación de que los políticos parecen estar presionando a los asesores científicos para exagerar el peligro (hicieron lo mismo en el Reino Unido), junto con la decisión de algunos funcionarios de ocultar datos al público hasta haber alargado el confinamiento.
Pero la declaración más importante es, la de un e-mail del 15 de marzo [nuestro énfasis]:
"La Autoridad Sanitaria Danesa sigue considerando que el covid-19 no puede describirse como una enfermedad generalmente peligrosa, ya que no tiene una evolución generalmente grave ni una alta tasa de mortalidad".
El 12 de marzo el Parlamento danés aprobó una ley de emergencia que, entre muchas otras cosas, disminuyó el poder de la Autoridad Sanitaria danesa, degradándola de "autoridad reguladora" a sólo "asesora".
3. Una falsa alarma global
A principios de este mes, el 9 de mayo, se filtró un informe a la revista alemana de medios alternativos Tichys Einblick titulado "Análisis de la gestión de la crisis".
El informe fue encargado por el departamento alemán del interior, pero luego sus conclusiones fueron ignoradas, lo que llevó a uno de los autores a publicarlo a través de canales no oficiales.
La repercusiones del informe, incluso los ataques contra los autores y la minimización de las conclusiones del informe, son todos muy fascinante y recomendamos encarecidamente este detallado informe sobre la Cultura Estratégica (o lea el informe completo aquí en alemán).
Nos vamos a centrar sólo en las conclusiones del informe, incluyendo [nuestro énfasis]:
*Se sobreestimó la peligrosidad del Covid-19: probablemente en ningún momento el peligro que representaba el nuevo virus superó el nivel normal.
*El peligro no es obviamente mayor que el de muchos otros virus. No hay evidencias de que esto fuera más que una falsa alarma.
*Durante la crisis de la Corona el Estado ha demostrado ser uno de los mayores productores de noticias falsas.
Después de ser atacado en la prensa y suspendido de su trabajo, el autor de la filtración y otros autores del informe emitieron una declaración conjunta, pidiendo al gobierno que respondiera a sus hallazgos.
Si todas las partes abordaran racionalmente la crisis actual, estas filtraciones sellarían el debate.
Se están acumulando pruebas de que los responsables sabían, desde el principio, que el virus no era peligroso.
La pregunta que queda es: ¿Por qué están sucediendo estas filtraciones ahora?