El ministro de Defensa británico, Michael Fallon, anunció que el Reino Unido reformará el Ejército Sirio Libre. El gobierno británico retoma así el programa de formación de combatientes supuestamente «moderados», iniciado en 2014 por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
El llamado «Ejército Sirio Libre» (ESL) fue creado por Francia, en 2011, alrededor del jefe de al-Qaeda en Libia, Abdelhakim Belhadj. Aquella operación francesa fue presentada como una ayuda a un grupo de desertores sirios encabezados por el coronel Riad al-Asaad. Poco a poco, los miembros del Ejército Sirio Libre fueron uniéndose a al-Qaeda. En 2016, Turquía resucitó la denominación de «Ejército Sirio Libre» al poner esa etiqueta a los miembros de sus propias milicias de combatientes turcomanos.
Anteriormente, Estados Unidos había dedicado 500 000 millones de dólares a la formación de nuevos «combatientes rebeldes»… que también acabaron uniéndose a al-Qaeda.
Es por lo tanto muy probable que tras el nuevo programa británico se esconda una nueva contribución a al-Qaeda.
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