Los peregrinos están siendo víctimas de medidas de seguridad y operaciones de espionaje sin precedentes decididas por la autoridades de Riad.
Bajo el pretexto de la seguridad, Arabia Saudita puso a los peregrinos de la Meca un brazalete de identificación. Estos brazaletes de papel plastificado contienen un código de barra legible por smarthphone, otorgan la identidad, la nacionalidad, el lugar de alojamiento del peregrino en la Meca, el contacto de los responsables del grupo al que pertenece, así como todas las informaciones registradas durante la adjudicación de su visado.