En esta situación de inmigración masiva fomentada hacia Europa por los mismos países, sociedades y organizaciones como la OTAN, que han destruido Yugoslavia Libia, Irak, Siria, Ucrania, Yemen… constatamos que NINGÚN país árabe del Golfo autoriza la llegada de sus propios hermanos de “fe” . Lo que quiere decir simplemente y llanamente que al menos, los “gobernantes” detestan a sus propios hermanos porque estos últimos profesan otra religión, la babilónica en primer lugar porque el objetivo es hacer caer a Europa mediante la fabricación del “choque de civilizaciones”.
Desde el comienzo del genocidio iraquí, sirio para ensanchar el Gran Israel, y el control de los recursos energéticos, (todos los recursos) así como las puertas estelares o vórtices de energías electromagnéticas que abren puertas dimensionales, la Kaaba, golfo de Adén… millones de iraquíes y sirios han tenido que emprender la marcha forzosa con el objetivo oculto de fomentar una guerra mediante el “terrorismo”, “asimilación”, “diversidad”, “multiculturalismo”…
Los países ocultos bajo el paraguas del Islam
Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Omán, Bahréin, los Emiratos Árabes Unidos no han dispuesto hasta le fecha ninguna plaza de acogida para los refugiados sirios, pero siguen masacrando al pueblo yemení y fomentando al instrumento babilónico cabalista Daesh/Isis para el control de la zona que la hermandad babilónica desea y deprisa para la venida del Mesías esperado.
En un editorial para el magazine Quartz, el periodista Bobby Ghosh escribe que estos países deberían avergonzarse. Según las estimaciones de Amnistía Internacional, Turquía ha acogido a 1,6 millón de refugiados sirios, el Líbano 1,1 millón, Jordania 620.000, Irak 225.000 y Egipto 140.000.
Arabia Saudita cuenta con una superficie de 2.149.690 km², Arabia Saudita (el decimotercero más grande del planeta), y con una población relativamente débil: 30 millones, con una densidad de 14 habitantes por kilómetro cuadrado, su PIB es muy alto y el paro insignificante. Tiene enormes ingresos petroleros y gases que hacen del país un espacio necesitado de mano de obra. Para llevar a cabo sus proyectos y construcciones, tiene que recurrir a numerosos trabajadores extranjeros que provienen principalmente de Pakistán, India, Indonesia, Bangladesh…Estos trabajadores constituyen actualmente el 30% de la población del reino.
El llamado “Occidente” en vez de forzar a estos países acoger refugiados, constatamos que la senadora de origen Judío Nathalie Goulet-Milsztein (UDI) lanza en una tribuna de Huffington, en la cual llama a instalar en Francia a “200.000 sirios e iraquíes
El periódico británico The express señala que el Ministro David Cameron y sus colegas de la Europa del Este, igualmente reacios a la idea de deber aceptar una parte de los inmigrantes sirios, se ven ahora amenazados ante sanciones financieras por parte de Bruselas. El canciller austriaco Werner Faymann, ha sugerido que aquellos que rechacen las peticiones de cuotas de la UE (de Berlín, ndlr), podrían hacer frente a sanciones si es necesario.
Los lazos religiosos y lingüísticos deberían situar a los países del golfo en primera fila en cuestión de acogida a los refugiados que huyen de los crímenes de guerra.
Arabia Saudita, posee 100.000 carpas climatizadas que pueden acoger a 3 millones de personas que sirven para albergar a los peregrinos durante un determinado periodo. Las tiendas de campañas se encuentran en Mina, situada a 5 kilómetros de la Meca, y se extiende sobre una superficie de más de 20 kilómetros cuadrados en un valle desértico.
Las tiendas de campañas miden 8 metros por 8 metros, han sido construidas de manera permanente en los años 90 y acondicionadas contra los incendios en 1997, están equipadas con cocinas y baños.
Mientras que Europa, tomada por la hermandad babilónica se viene abajo bajo la presión de millones de personas que no comparten la misma cultura o religión, los estados del golfo persigo rechazan acoger a los refugiados centrándose en las donaciones y en la construcción de mezquitas en Europa para formatear adeptos a la religión babilónica wahabí.